martes, 28 de junio de 2016

Ens posem en marxa!!!

Estem d'enhorabona!!! El Bosc Màgic comença amb un grupet de xiquetes i xiquets de 3 anys per al proper curs.
Estem molt agraïts a les famílies que van a portar als seus fills: Zaira, Jorge i Roger; Sergio, Cristina i Carlota; Jaume, Isa i Oriol; a les que han format part del Grup de Famílies aquest curs: Fernando, Ana i Maia; Karmen, Felipe i Uyuni; José, M.Carmen i Paula; María, Pablo i Pau; Saray, Paco i Judith; a les que han vingut a conèixer l'espai,... Gràcies per haver compartit les vostres alegries i preocupacions. Una abraçada i molt d'amor!!


domingo, 19 de junio de 2016

Una jornada al Bosc Màgic

9.30h. Obrim les portes i ens reunim mares, pares i xiquets per a contar una història, cantar i escoltar les propostes del dia.

9.50 aprox. Les famílies abandonen l'espai. 

9.50- 10.30. Depén del dia de la setmana hi haurà Taller de Música o Art impartit per un amant de la matèria, eixida al bosc, activitats proposades pels xiquets i/o els acompanyants.

10.30- 11.00h. Esmorzar

11.00- 12.40h. Activitats i jocs

12.40- 13.00h. "Fem una Estrela"

13.15. Eixida (si no es queden a dinar).

13.30- 14.00h. Dinar

14.00- 14.55h. Descans, lectura o activitats tranquil·les.

15.00h. Eixida

"El Bosc Màgic" és un espai de creixement lliure. Els horaris són una referència, encara que si es respecten alguns moments importants del dia. Les activitats programades són propostes variables en funció de les preferències dels xiquets. Ténen materials atractius al seu abast relacionats amb les lletres, les ciències, les arts plàstiques i la música, i van fent-los servir segons els seus gustos. L'adult els acompanya i deixa espai per a que puguen investigar.

Una jornada en "El Bosc Màgic":

9.30h. Abrimos las puertas y nos reunimos en familia para contar una historia, cantar y escuchar las propuestas del día

9.50 aprox. Las mamás y papás abandonan el espacio

9.50- 10.30. Depende del día de la semana habrá Taller de Música o Arte impartido por amantes de la materia, salida al bosque, actividades propuestas por las niñas y niños y/o los acompañantes

10.30- 11.00h. Almuerzo

11.00- 12.40. "Hacemos una Estrella" (nos reunimos en círculo y comentamos el día)

13.15h. Salida (niños que no se quedan a comer)

13.30- 14.00h. Comida

13.30-14.55h. Descanso
, lectura o actividades tranquilas

15.00h. Salida

"El Bosc Màgic" es un espacio de crecimiento libre. Los horarios son una referencia, aunque sí se respetan algunos momentos importantes del día. Las actividades programadas son propuestas variables en función de las preferencias de los niños. Tienen materiales atractivos a su alcance relacionados con las letras, las ciencias, las artes plásticas y la música, y van usándolos según sus gustos. El adulto les acompaña y deja espacio para que puedan investigar.

sábado, 18 de junio de 2016

En Finlandia los niños aprenden jugando

http://www.playgroundmag.net/noticias/actualidad/mejor-educacion-mundo-ninos-aprenden_0_1635436447.html 

Una hermosa reflexión sobre Educación de la Escuela Krishnamurti

¿Cuál es la Educación Krishnamurti?

Por el Prof. P. Krishna
Ex-Rector del Centro de Educación de Rajghat, Fundación Krishnamurti de la India, Varanasi 221001, India.

    Varias personas, tanto en India como en el extranjero, han expresado su interés por iniciar una “Escuela Krishnamurti” en su localidad. En vista de que Krishnaji no especificó ninguna técnica de educación particular, la pregunta surge, “¿Cuáles son los fundamentos de una Escuela Krishnamurti?”. No es fácil contestar a esa pregunta y uno necesita indagar más profundamente sobre esto. A través de este artículo quiero compartir algunos pensamientos con aquellos que sientan el interés en la educación. Para mi, una escuela Krishnamurti representa un experimento sobre la correcta forma de vivir, sin que nadie le dicte a otro lo que significa eso y sin aceptar ninguna fórmula, ninguna prescripción, ninguna autoridad que deba seguirse sin cuestionamiento. Significa vivir correctamente, no sólo aceptar la pregunta de alguien más y tratar de practicarla o repetirla. A menos de que aprendamos a vivir correctamente, no podemos enseñar a los niños a vivir correctamente; por tanto es nuestra primera y más alta responsabilidad averiguar lo que significa vivir correctamente. Uno puede aprender si uno empieza diciendo, “No lo sé pero voy a averiguarlo”. Entonces uno puede aprender junto con el estudiante – no meramente palabras fáciles como una manera de enseñar. Así que esa es la primera cosa – No tener nuestra mente llena de conclusiones, de respuestas, de certezas y no apegarse dando importancia excesiva a nuestra propia opinión, a nuestro punto de vista. Para dudar, hay que cuestionar y estar dispuestos a aprender todo el tiempo; nunca estar tan seguros de ni siquiera poder escuchar a otro o considerar un punto de vista diferente. Eso es estar receptivo y no sólo tolerante.

    El desarrollo emocional del niño requiere de una gran atención. El niño debe vivir en una atmósfera de cuidado y afecto para que se sienta seguro y esté libre de cualquier temor. El miedo es el mayor enemigo de toda inteligencia y creatividad. El niño debe sentirse libre de decirnos sus problemas y ansiedades sin temor a ser regañado o castigado, tal como estaría en un buen hogar. La conducta apropiada y orden deben respetarse, sin el uso del miedo o castigo y éste es el mayor reto para los educadores y los padres. Si tenemos que tomar el recurso del miedo y el castigo, representa nuestro fracaso, no un logro. Se debe ayudar al niño a entender sus sentimientos de temor, envidia, codicia, celos, enojo, insulto y violencia cuando se le llame la atención, pero sin mirarlo de arriba abajo y sin hacerlo sentir humillado. Para esto es necesario que nosotros, los maestros, entendamos las causas de estas emociones en nosotros mismos. Es precisamente esta falta de entendimiento adecuado de nuestro desarrollo lo que causa innumerables problemas de disciplina, rivalidad, inferioridad y odio a través de toda nuestra vida.

    El desarrollo espiritual y cultural del niño incluye el amor a la naturaleza, a la música, al arte, la danza y el drama. Debemos ayudar a los niños a darse cuenta que somos parte de la naturaleza, de que los árboles y los animales son nuestros amigos, y no sólo para utilizarlos para nuestro disfrute. El sentimiento de respeto por toda la vida es una parte integral de una escuela Krishnamurti y requiere ser alimentado y cultivado en el niño con ternura. La sensibilidad a la belleza de la naturaleza, ríos, montañas, cielo y de la puesta del sol son tan esenciales como la sensibilidad del ser humano. Los niños los toman de nosotros naturalmente todo esto, sin que se les enseñe formalmente, si lo tenemos en nosotros mismos.

    Consideremos más profundamente esta cuestión de vivir correctamente. Uno no puede vivir correctamente a menos que uno se sienta correctamente. No es suficiente sólo pensar en “buenos” pensamientos. Eso sólo es hipocresía. Los pensamientos son cosas superficiales que pueden adquirirse de cualquier libro, memorizados y entonces repetidos. Lo que realmente somos es lo que hay en el fondo de nosotros, no en lo que pensamos. Cambiar nuestros pensamientos únicamente da un sentido de haber cambiado pero sin habernos transformado interiormente. Si uno es serio, uno necesita percatarse y evitar un autoengaño. La práctica de acciones definidas como “correctas” y pensamientos “correctos” (llamados virtudes) y la supresión de acciones “erróneas” y pensamientos “erróneos” (llamados vicios) han sido tratados por todas las religiones y por varias disciplinas y han fallado repetidamente para cambiar al hombre. Produce un conflicto entre lo que somos y lo que pensamos debería ser. Este conflicto nos desgasta, nos hace superior o inferior, nos da un sentido de logro o de fracaso, todo lo cual solamente refuerza nuestro ego. Nuestras mentes están condicionándose – constantemente juzgándonos y otros y pasando censuras en términos de nuestras propias fijaciones mentales.

    Si uno ve eso claramente, entonces uno no trata de definir lo correcto o lo erróneo en términos de acciones o pensamientos sino en términos de la manera en que uno se siente. La misma acción puede ser correcta si nace del amor, de la compasión, del interés y puede ser erróneo si nace del egoísmo, del orgullo, del miedo y de otros aspectos de nuestro ego. Así nadie más puede decirte si es correcto o incorrecto. Por ejemplo, uno puede dedicarse a un estudio profundo de la física fuera del interés de la materia, para entender las leyes de la naturaleza y aprender cómo funcionan las cosas. También puede uno estudiarla con profundidad a fin de convertirse en un estudioso conocedor, para ganar aprecio, poder, posición, estatus, en la vida. La acción es la misma pero el sentimiento con el cual se hace es diferente. Donde quiera que haya una motivación detrás de cada acción, de cualquier esfuerzo que hacemos se centra en uno mismo, refuerza el ego y es por tanto, por definición erróneo. Los sentimientos que no emanan del ego y por tanto no lo fortalece son, por definición, lo correcto. Para discriminar entre dos se requiere de una conciencia profunda de uno mismo.

    ¿Habiendo definido lo correcto y lo erróneo de esta manera, podemos ahora averiguar cómo vivir correctamente?. Vivir correctamente significa entonces que uno no se contenta tan sólo con “practicar” algunas virtudes (si es que existen algunas) sino con sentirse correctamente. Los sentimientos no son cosas voluntarias. No se eliminan a través de las explicaciones, a través de racionalizaciones y ciertamente no a través de la supresión. Si usted odia fuertemente a alguien, encontrará que no puede disipar su odio razonando, explicando o eliminando el sentimiento. A menos uno perciba las causas de raíz que hace que surja ese sentimiento de odio en nuestra propia psique y entiende cómo operan estas causas, uno no puede liberarse del sentimiento de odio. Si uno trata externamente de convertirlo en un sentimiento de amor, nos lleva a la hipocresía y pretensión. Es muy importante ser totalmente honesto y auténtico con uno mismo y evitar cualquier rastro de hipocresía o pretensión, fingimiento, si uno desea entenderse uno mismo. Es más importante ser uno mismo y aprender sobre uno mismo que tratar de ser como alguien más, no importando cuan grandes sean Gandhi, Krishnamurti o Buda. Es el conocimiento de uno mismo que naturalmente altera nuestros valores y la visión de la vida y es allí, donde surgen, donde se purifican nuestros sentimientos.

    Debemos entender claramente el orden externo y la disciplina no importa lo necesario y útiles que pudieran ser, nunca traerán orden interno. Por otra parte, si hay orden interno, en nuestras mentes, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, entonces el orden externo y la disciplina seguirán un corolario natural. Para ofrecer un ejemplo, si un hombre no es codicioso y centrado en sí mismo, no tiene el deseo de romper con la línea cuando se espera en la tienda o en la parada del autobús y meterse antes que alguien más. Usted no necesita disciplinarlo o poner un policía para mantenerlo en la cola. El estará en el lugar correcto de manera natural. Por otra parte, si usted tiene un grupo completo de individuos codiciosos, usted requerirá de un policía para imponer el orden a través del temor y el orden se mantiene en tanto el miedo esté presente.

    Una escuela Krishnamurti presenta este reto ante nosotros. ¿Podemos vivir en un orden natural, sin miedo, sin compulsión?. Eso es el vivir correctamente. ¿Podemos cooperar entre nosotros sin buscar una ventaja personal, sin requerir el acuerdo de opinión y sin formar grupos?. ¿Podemos ser amigos sin buscar la lisonja o adulación o la crítica temerosa?. ¿Podemos ofrecer lo mejor de nosotros en un juego y estar igualmente felices si nuestro amigo gana?. ¿Podemos vivir sin comparación, sin sentimiento de superioridad o inferioridad con respecto de alguien más?. ¿Podemos amarnos unos a otros sin depender psicológicamente de unos y otros, utilizando unos y otros?. ¿Podemos vivir sin ilusiones, sin mediaciones y accesorios, viendo los hechos como son y haciendo lo correcto sin miedo o favor?. Ese es el reto que una escuela Krishnamurti nos plantea. Si no podemos vivir así dentro de una pequeña comunidad protegida llamada escuela cómo podemos esperar que nuestros estudiantes vivan de esa manera en el mundo exterior?. ¿Y si no los educamos para vivir de ese modo, entonces qué valor tiene la educación?. ¿ Acaso queremos darle el significado de educación solamente a cultivar habilidades, usarlas en el mundo exterior para ganar las máximas ventajas materiales, aceptar toda la codicia, violencia y corrupción de la sociedad y contribuir con ella?. ¿ Es eso toda la educación?. Esa es la pregunta que debemos hacernos todos, tanto individualmente como también colectivamente.

    El mayor reto no es el niño para crear una escuela Krishnamurti, ni las técnicas, ni la sociedad, ni el sistema educacional. Es la falta de entendimiento de nuestros pequeños egos, nuestros propios egos. En este aspecto no somos muy diferentes de los niños y si uno observa cuidadosamente encontraría uno que sus problemas son realmente nuestros problemas. A menos que nosotros los maestros, estemos agudamente concientes de este hecho, no podremos crear una escuela Krishnamurti no importa qué tanto pudiéremos luchar con los problemas de disciplina, técnicas educativas, logros, financiamientos y eficiencia.

Traducción: Salvador D. Rojas
Noviembre 9, 2004

sábado, 28 de mayo de 2016

Razones para llevar a un niño a un espacio libre y dificultades que encontramos para hacerlo


Llevamos toda nuestra vida en un sistema que no desea individuos libres, que piensen por sí mismos y que amen más la vida que a sus posesiones.


Los niños vienen al mundo y son una página en blanco, así que lo que ocurra en los primeros años de su existencia marcará el resto de la misma. Resulta que, como padres, esto lo tenemos claro y queremos que sean felices. Entonces, ¿de qué tenemos miedo? ¿Por qué no podemos dar el salto y creemos que la felicidad de nuestros hijos va asociada a los conocimientos que obtengan de cara al futuro? Es curioso, contra menos se les fuerza y menos se anticipa el que aprendan aquello que los adultos pensamos que es esencial, más inteligentes son y menos les cuesta aprender. ¿Por qué nos cuesta tanto confiar?


Nosotros fuimos domesticados, y de ahí viene nuestra desconfianza, y eso es lo que podemos evitarles a ellos. Nosotros no estamos conectados con lo que somos, por eso somos incapaces de confiar en la vida y el mejor regalo para nuestros hijos es dejar que ellos sí lo estén. Seguro que sabrán lo que quieren cuando llegue el momento, repito, seguro. Es igual que lo creamos o no, es así porque el ser humano tiene un potencial increíble si está conectado a él, puede ser cualquier cosa, que muy probablemente no será lo que los demás esperan. Eso es lo que el sistema mata, nos hace esclavos y pedimos permiso para vivir nuestra vida de una u otra manera, como nos enseñaron, como nos han dicho, para no defraudar.

Resulta que los adultos no sabemos lo que queremos y creemos que sabemos lo que nuestros hijos necesitan. No lo sabemos ni es nuestra responsabilidad controlarlo todo, además es imposible.

Es complicado que sepamos lo sencillo que es aprender cualquier cosa porque fuimos obligados, nos perdimos el placer de aprender lo que nos motiva, de aprender porque sí, como hace un verdadero niño no domesticado.


miércoles, 18 de mayo de 2016

Charla gratuita el 12 de junio a las 11h


El peligro de poner etiquetas


   Los bebés vienen al mundo vacíos, tanto es así que, hasta que no aparece la identificación con el yo, no están separados de nada y no identifican lo que ven porque ellos y todo lo que les rodea son una misma cosa. Cuando aprenden a nombrar el entorno empiezan a distinguir: - Ah, esto es una montaña, esto es una hoja,...

   Son capaces de captarlo todo y lo que aprendan los primeros años de su vida se les grabará para siempre, por eso hemos de tener cuidado con nuestra forma de emplear el lenguaje. Si le decimos a un bebé que es malo, cochino, torpe, o cualquier otro calificativo, lo asume como parte de sí mismo desde que su ego se está formando.

   Las etiquetas pueden hacer mucho daño, ya que los seres humanos somos increíbles y maravillosos, podemos ser de una manera y al tiempo cambiar y ser de otra. De hecho la expresión "eres esto" o "eres así", sería mucho menos sentenciosa si la sustituyésemos por un "me gustaría que me escuchases" en vez de "eres insoportable", "me pongo nerviosa si caen alimentos al suelo cuando comemos fuera" en vez de "eres un cochino", "no sé qué hacer cuando te pones de esa manera" en vez de "eres un malcriado",... Siempre será mejor un "estás gritando" que "eres un gritón".

   Cuando se etiqueta a una niña o un niño acaba por creerse la etiqueta y eso limita la capacidad de cambio y evolución en que se encuentra. Y a partir de ahí, si le hemos dicho que es malo, intentará reforzar su identidad haciendo travesuras y "causando problemas".
Nuestros pequeños son niños: nuestros horarios, reglas, preocupaciones, obsesiones, prisas, rutinas,..., son nuestros, de adultos. Su edad es para jugar, reír, mancharse, imaginar, soñar, sorprenderse,... Cuando alguien nos pregunte si nuestra pequeña o pequeño es bueno podemos responderle: - Simplemente, es una niña o niño.
   
   No digo que no necesitemos que haya cierta organización ni algún horario, lo que sucede es que cada etapa trae unas cosas y la madurez se va alcanzando con el tiempo. Es normal que un bebé no quiera recoger, no desee compartir hasta una cierta edad, coma poco cuando hay muchos estímulos alrededor y no quiera ir a dormir tras un día muy ajetreado.

   Vivimos en un mundo muy ruidoso y de mucha actividad. Suerte que los niños nos recuerden que a veces es mejor adaptarse un poco menos al mundo y encontrar un poco de calma.

   También tendemos a comparar a los hermanos o los niños entre sí. Decirle a nuestro hijo "eres perfecto" es algo muy reconfortante. No tiene que cambiar nada para tener todo nuestro amor, es como es y nos refleja lo que nosotros somos. Nos copian en todo, así que si observamos lo que nosotros hacemos será suficiente para que ellos lo hagan.

   Cada pequeño instante es una gran oportunidad para mirarles a los ojos y darnos cuenta de que los adultos le damos demasiada importancia a las cosas. Ellos son más sencillos y nos enseñan que salir al teatro, bañarse, cocinar, esconderse, mirar las nubes, escuchar el viento, hacer cabañas en el sofá o cualquier otra cosa, puede ser divertidísima a su lado.

Nuria. El Bosc Màgic.


jueves, 31 de marzo de 2016

¿Controlar las Emociones?

   ¿Control de emociones? ¿Eso existe? ¿Puedo controlar mis emociones y las de los otros? 

   En la emoción, la mente pierde todo control. Ella necesita controlar, hacerse cargo, saber. En la emoción no hay control posible. Pero nos han contado que sí podemos controlarlas y exigimos ese mismo control sobre los niños, porque no sabemos hacerlo de otra manera, y así vamos heredando la locura de querer huir de las emociones, el intento de olvidarlas o ignorarlas, calmarlas, comprenderlas, analizarlas, juzgarlas y criticarlas. 

   Permitiéndome que la emoción se extienda, se vacíe en el cuerpo. En mi incapacidad para gestionar el intento vuelvo a encontrar esta vibración de lo esencial, esta disponibilidad. La emoción que surge ya no es un drama para mí, el no saber ya no es malestar, la no comprensión ya no es angustia y queda un estado de calidez en el que emerge el mundo. La emoción ya no es emocional, es una sensación sentida. Pueden emerger lágrimas, pero son lágrimas que no nos impiden funcionar ni estar disponible para la acción del instante.

Amor
Carles Company

martes, 1 de marzo de 2016

Lluerna Teatre el 9 d'abril al Bosc Màgic

Matí en família a la muntanya.
A les 11h titelles amb Lluerna Teatre.
A les 12h tallers de globoflexia, maquillatge i tirolina.
Reserva la teua entrada al 677 41 74 94.







miércoles, 17 de febrero de 2016

La coherencia de las madres y padres. "Aprendiendo a tomar las riendas de nuestra vida".

   Ser sinceros con nuestros hijos es algo bastante complicado, sobre todo porque cuesta mucho serlo con nosotros mismos. Nos educaron para intentar agradar a todo el mundo y llevamos toda nuestra vida haciéndolo.

Sería interesante cuestionar lo que oímos en torno al mundo de los niños para perder el miedo a hacer las cosas de forma distinta a como las hacen los demás.

¿Por qué queremos que los nuestros hijos pidan perdón o le den un beso cuando pegan a otro niño?

El perdón es algo que aprendimos de la religión, tiene que ver con la idea del mal, de la culpa y el arrepentimiento. La madre o el padre se siente mal con la acción de su hijo y le obliga a que muestre públicamente que eso que ha hecho tiene que enmendarlo. Agredir a otro es algo que ocurre por diferentes causas, lo cierto es que todos lo hacen alguna vez y suele solucionarse tan deprisa como ocurrió. A los pocos minutos ninguno de los niños se acuerda ni guarda rencor. Tal vez queramos que el niño pida perdón para que todos vean que no somos malos padres, cuando suele pasar que eso solo nosotros lo estamos cuestionando. También es bastante molesto besar a otro cuando no deseamos y el que ha sido pegado quiere que le dejen tranquilo.
Como padres podemos hacer varias cosas: recordar si nuestro hijo quería ir al parque o fue idea nuestra, pensar si hemos tenido un ratito para ella o él sin estar haciendo otras cinco cosas, observar si estamos prestándole atención o hablando todo el tiempo con otros padres y recordar la importancia de proteger a nuestros hijos si son pequeños y de intentar parar su mano si van a pegar a otro. 

Ir al parque porque el niño necesita socializar o que le de el aire

Los parques son lugares de mucho estrés a ciertas horas. Si podemos pasar algún rato a solas con los peques, veremos que necesitan tiempo con nosotros y hasta los 3 años, por lo menos, no necesitan socializar. Lo cierto es que a veces los padres no podemos estar en casa con ellos porque andamos cansados del trabajo y queremos que se distraigan en la calle. Podemos admitirlo, no somos perfectos y solemos tenerlos tarde, cuando nuestra energía no es la misma que a los 20 años.
Los niños no se portan mal nunca, intentan ser escuchados y amados. Cuando perciben que la mamá no está bien, es normal que intenten ayudarla llorando, chillando, pidiendo brazo,... Si somos capaces de darnos cuenta de que cuando nuestro pequeño está muy movido somos los adultos los que no estamos presentes, les haremos un gran regalo. Entonces podemos buscar un lugar tranquilo y contarles el día horroroso que hemos tenido, lo tristes o nerviosos que nos ponemos al sentir que no les mostramos nuestra mejor cara, la poca paciencia que tenemos y nuestra incapacidad de solucionarlo en ese momento. Puede que creamos que los bebés no nos entienden, por eso solo descubrimos lo mágico que es hablar con nuestrosbebés y niños desde el corazón cuando lo probamos. De repente nos calmamos, ellos se calman, y todo cobra coherencia.

Ser compasivos

No hay nada de malo en sentirnos enfadados, frustrados, impotentes,... Somos madres y padres en continuo aprendizaje y así será hasta que, al menos, nuestros hijos se vayan de casa.
Empleamos mucha energía en intentar que nuestros hijos hagan "lo correcto", cuando lo ideal es que sean libres para no parecerse en nada a nosotros. Así, como mínimo, no repetirán nuestros mismos errores ni seguirán el patrón familiar.
Si tenemos la certeza de que no sabemos qué es lo mejor para ellos, algo nuevo y maravilloso puede ocurrir, la vida siempre es sorprendente si no queremos atraparla.

Sintiendo a nuestros hijos

Lo que digan los libros, otros padres, el pediatra, los abuelos, los maestros,..., no tiene demasiada importancia. Delegar en otros las decisiones importantes en relación a nuestros hijos tiene que ver con nuestra inmadurez. Somos padres y en la mayoría de ocasiones decidimos tener un hijo, por eso merece que nos hagamos cargo y que confiemos en nuestro criterio más que en las opiniones ajenas. No hay pronto ni tarde para dejar la teta, ni el pañal, ni para hablar, ni comer con cubiertos, ordenar, leer,... No hay niños demasiado flacos ni pequeños ni poco espabilados si están sanos. Esto no es una carrera por llegar antes aunque así nos lo hayan vendido.
Seamos compasivos: fuese una buena idea o no, le dimos un chupete a nuestro bebé, ahora hay que quitárselo. Mejor con calma porque no lo pidió y ahora merece cariño y calma.
Si nos escuchamos y a ellos, todo irá bien, encontraremos las respuestas y nada será tan complicado como imaginamos.

Todos los que somos críticos con nuestra manera de criar estamos deseosos de crecer y aprender de la mano de nuestros hijos. Y de ahí saldrá algo hermoso.

Nuria

jueves, 4 de febrero de 2016

Escola lliure BOSC MÀGIC. "JORNADA DE PUERTAS ABIERTAS"

Domingo 6 marzo 2016, 11h en la montaña de Sagunto.

Confirmar asistencia en el 677 41 74 94

Si no pudisteis asistir y estáis buscando un lugar donde llevar a vuestros peques, os daremos fecha para visitarnos otro día.